Mis querid@s amig@s que visitan esta su casa.
Que el niño Dios traiga para ustedes y sus familias un montón enorme de gracias, salud, armonía, paz y prosperidad y que el año que culmina haya sido de muchos momentos de satisfacción. Aunque las cosas aveces no resultan como pensamos y tenemos que pasar situaciones difíciles, pongamos en manos de Dios, que El nos ayudará a sobrellevarlos.
Aquí en Paraguay, es común que las familias se reúnan y compartan esos momentos de alegría, abundan los comentarios, el trabajo en común para la cena, las risas y gritos de los niños, los petardos.
Como aperitivo tomamos un rico y frío clericó, acompañado, tal vez por un pedazo de sopa paraguaya.
En la cena abundan el asado de res, también de cerdo y pollo, hecho en tatacuá (horno de barro),
sopa paraguaya o chipa guazú y ensaladas.
Por lo general la sobremesa se extiende hasta la media noche, y al sonar las doce, en medio del sonido ensordecedor de los petardos brindamos con sidra por el nacimiento del niño Dios.
Y de postre, un rico pan dulce lleeeno de frutas.